Éste es un homenaje a los choco-adictos como yo. No me he podido resistir a los clásicos cupcakes de cacao, con un look “chocolate total” y una decoración otoñal. La receta me la pasó mi suegro este fin de semana y me ha faltado tiempo para encender el horno y ponerme manos a la masa.
El muffin es realmente tierno, no se seca fácilmente. Y el frosting es bastante ligero y no lleva mucha mantequilla (en comparación con otros). Debe ser que parte de la mantequilla la substituimos por queso mascarpone. Con esta receta, me han salido 10 muffins pero el frosting me ha resultado corto para decorarlos a todos y me han quedado dos huerfanitos. Si preferís, esta base de muffin también se podría combinar con una crema de moka. ¡La combinación puede ser explosiva! (de sabor y de calorías)