jueves, 13 de febrero de 2014

PASTEL DE CHOCOLATE CON ALMENDRA ¡SIN GLUTEN!



¿Ya tenéis preparado el postre para celebrar San Valentín? Si sois como yo, que siempre espero a última hora o acabo haciendo cambios en el último minuto, os traigo una propuesta (¡decente!) que os va a encantar.
Es un pastel de chocolate y almendra que además de ser irresistible, es apto para todos y todas porque no lleva gluten (aquí tenéis más recetas sin gluten). Se conserva genial en nevera 2-3 días, cubierto de papel film,  pero es mejor degustarlo a temperatura ambiente. Es un pastel de textura densa, cremoso, que se deshace en el paladar. Las almendras le aportan un aroma muy particular y es importantísimo utilizar un buen chocolate, a poder ser del 60-70%.
Además, se hace en un abrir y cerrar de ojos.




Ingredientes para un Pastel de chocolate y almendra:

  • 150 g de azúcar moreno
  • 225 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 4 huevos
  • 200 g de chocolate negro de buena calidad, del 60-70% de cacao
  • 230 g de harina de almendras (almendras trituradas)
  • 2 cucharadas de azúcar glas



He utilizado un molde redondo de 20 cm de diámetro.
Picamos el chocolate o lo rallamos muy fino. Nosotros utilizamos un robot de cocina pero podéis hacerlo con un molinillo de café o el accesorio de picar de un minipimer. Sobretodo, que el chocolate esté a temperatura ambiente porque sino se os estropearan las cuchillas. Lo reservamos. Este paso lo podéis hacer antes y dejar el chocolate en la nevera hasta el momento de usarlo.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta obtener una textura de crema. Agregamos las yemas, una a una, batiendo bien tras cada adición. Añadimos el chocolate picado y las almendras.
En otro bol, batimos las claras a punto de nieve, le agregamos el azúcar glas y batimos un poco hasta incorporarlas.


Echamos las claras en la mezcla primera en 3-4 tandas y con cuidado para que no bajen en exceso. Lo vertemos en el molde y lo horneamos a 150ºC entre 45-55 minutos, depende de cada horno. Estemos al caso para que no se nos queme, pues se resecaría el pastel.
Atención! Lo sacamos del horno pero no lo desmoldéis hasta que se haya enfriado completamente. En esta ocasión, yo lo he dejado toda la noche en el molde. Después, al desmoldar, os quedará perfecto.

Podemos servirlo con nata montada, cacao en polvo, helado, una tacita de café,….  Pero sobretodo, ¡disfrutadlo con la mejor compañía!







1 comentario:

Geles dijo...

Uy, uy, qué cosa tan rica!!! me encanta la idea, tiene una pinta espectacular. Besos

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