A estas alturas y a punto de llegar a mi primer cumpleblog, ya no tengo credibilidad cuando digo que no me gusta el sabor que deja el alcohol en los postres. Después de las trufas de chocolate negro al ron o los cupcakes de cerveza y cacao, os traigo un bundt cake de canela y brandy. Después de hacer helado o crema, siempre sobran unas claras y, si no hago macarons o merengues, a veces es complicado encontrar una receta para aprovecharlas.
Este bundt cake es más ligero porque sólo utiliza claras de huevo. Es tremendamente aromático, esponjoso y húmedo. Se conserva muy bien a temperatura ambiente unos dos o tres días, envuelto en papel film. Y se puede congelar a rebanadas para consumir poco a poco. ¡Os va a encantar!