Los cupcakes y las tartas
fondant son verdaderas obras de arte comestibles, de mil formas, colores y sabores diferentes. A pesar de lo bonitos que son, tengo que reconocer que me
cuesta un poco dar un bocado a la pasta de azúcar o a un buttercream puro.
Por eso, intento siempre
buscar alternativas para el frosting que sean más ligeras, como la ganache o la
crema de queso. Mi preferido siempre ha sido el chocolate pero este frosting de
mascarpone y nata que he descubierto de la mano de Rose Levy Beranbaum es toda
una exquisitez.